El hecho ocurrió en Brasil, en el estado de Bahía. Se pudo saber que la mujer enterrada estaba viva a raíz de que los vecinos del cementerio comenzaron a escuchar gritos y ruidos provenientes de la tumba.
La mujer, de nombre Rosangela Almeida Dos Santos, había sido hospitalizada por fatiga y sufrió en el hospital dos ataques al corazón. A raíz de esta situación la mujer de 37 años, que tomaba medicamentos anticonvulsivos desde la infancia, sufrió un "shock séptico" y los médicos declararon su muerte el 28 de enero y fue enterrada al día siguiente, según reportó el periódico O Globo.